Marsella en 2 días

Marsella, a priori, no es una ciudad que invite a ser visitada. Y matizo ‘a priori’. Tuve la misma sensación antes de visitar ciudades como Nápoles o incluso Oporto. Todas ellas curiosamente son ciudades portuarias, pero una vez cruzada su puerta de entrada te atrapan.

Marsella es la segunda ciudad más grande de Francia, después de París, con más de 850.000 habitantes.

Mi estancia se debía al hecho de visitar a mi amigo Matt, un normando afincado hace años en Marsella, y aprovechar para descubrir la ciudad, o al menos tener una primera toma de contacto ya que realmente sólo serán dos días completos.

Así pues en esta entrada os propongo hacer un viaje de dos días con propuestas para visitar Marsella. Me acompañáis?

Día 1

El día empieza cogiendo fuerzas con un desayuno en la tienda de cafés y productos regionales Torrefaction Noailles (Rue Canebière, 56) cerca del Barrio de Panier, el más antiguo de la ciudad. Atentos a su selección de cafés que tienen a la venta en la misma tienda.

Sin duda, hay numerosos establecimientos para desayunar, dejaros guiar por lo que os apetezca más. Habitualmente suelo guiarme por aquellos lugares frecuentados por los residentes, este pequeño truco no suele fallar.

Una vez tenemos el estómago bien saciado es el momento ideal para hacer una visita a la Oficina de Turismo que se encuentra en la misma calle (Rue Canabière, 1), para solicitar un mapa de la ciudad y anotar algunas sugerencias que muy amablemente me ofrecen.

Antes de acercarme al viejo puerto me dirijo a la Place du Marché des Capucins donde se ubica el mercado de frutas y verduras. Alrededor también se encuentran tiendas de carne, pescado, especias, take away,… Se encuentra en el barrio más pobre de Marsella, pero a su vez multicultural con gente de diferentes orígenes étnicos.

Regreso a la calle principal para reemprender el camino hacia Le Vieux Port, allí cada día por la mañana se instala el Mercado de Pescadores que ofrecen pescado fresco, del mar a la mesa.

Una vez recorrido el puerto me dirijo a comprar el ticket para desplazarme en transporte marítimo a la isla de If  en el archipiélago de Frioul donde se encuentra el Chateau d’If, una isla rica en historia y leyendas como la del Conde de Montecristo. Hay la opción de visitar una segunda isla pero la descarto por el tiempo disponible.

La Navette se toma a la izquierda del puerto viejo el viaje de ida y vuelta cuesta 10,80€ recomendado ir sobre las 11:05h y regresar a las 13:30h ojo con los horarios.

El Chateau d’If (entrada de 6€) se empezó a construir en 1529, bajo las ordenes de Francisco I, así nació la primera fortaleza real de Marsella. En sus inicios sirvió para proteger los principales puertos de Marsella y la propia ciudad. Pero en 1580 se convirtió en una prisión del estado hasta que el 7 de julio de 1926 fue declarado monumento histórico. Años antes en 1880 se abre al público, aunque los últimos prisioneros fueron los alemanes capturados durante la Primera Guerra Mundial.

Otros dos hechos legendarios ocurridos en el castillo:

  • En 1513 hace escala en la isla un regalo ofrecido por el rey de Portugal al papa León X: un rinoceronte, un animal desconocido hasta el momento en Europa.
  • En 1844 Alejandro Dumas publica El Conde de Montecristo, cuya historia relata el encarcelamiento en estas dependencias de su protagonista Edmond Dantès. La obra se convierte inmediatamente en todo un éxito, o como se llamaría hoy en día un bestseller.

En determinadas horas se realizan visitas guiadas sólo en francés y donde se introduce al visitante en la historia del castillo y su vínculo con Marsella, con una duración aproximada de 30 minutos, a su término se puede seguir recorriendo libremente las diversas estancias. Las vistas de Marsella desde la isla son maravillosas, eso si el tiempo lo permite.

Más información y compra de entradas online del Chateau d’If y del resto de monumentos en www.monuments-nationaux.fr

De vuelta a Marsella inicio a pie un recorrido por el barrio de Panier y visito los lugares más emblemáticos, aunque el tiempo apremia y debo buscar un lugar para comer. Me alejo del centro del puerto viejo en dirección al Fort Saint-Jean, por la Quai du Port y me detengo en el número 208 en el restaurante L’Espigoulier, donde elaboran especialidades de la cocina provenzal. Entre las propuestas de su carta no se encontraba la Bouillabaisse, pero si otras sugerencias interesantes. Al final me propongo tomar el Aioli, un plato tradicional a base de bacalao, verduras cocidas, mejillones y gambas,… y su rico allioli, de ahí su nombre, aunque elaborado a partir de claras de huevo, ajo, mostaza, pimienta y sal.

Por el camino veo tres opciones en la misma calle de las que tomo nota para una próxima visita, os las comparto por si os apetece descubrirlas.

  • Les Buffets du Vieux-Port, cocina provenzal con bufet a voluntad por 23€ (adultos) y niños por 13€ (menores de 10 años). No he podido hacer fotos de su interior pero os dirijo a su web… Entre sus platos… moules frites (mejillones fritos), bouillabaisse de lotte (bullabesa de rape), jambon braisé (jamón asado), plats cuisinés (platos elaborados), salades composées (ensaladas mixtas), charcuterie (charcutería), sardines grillées (sardinas a la brasa), fromages (quesos), desserts maison (postres de la casa).
  • Le Relais 50, su chef Noël Baubrand y su equipo proponen una cocina gastronómica, con sabores del mediterráneo, a base de producto fresco y de temporada. Recientemente ha sido nombrado ‘Jeune Talent 2017’ (Joven Talento) por el Gault & Millau. En su trayectoria ha aprendido de grandes chefs de la talla de Alain Ducasse, Michel Portos y Michel Bras. Le Relais 50 es el restaurante del Hótel La Résidence du Vieux Port.En Le Relais 50 además de la carta disponen de fórmulas exprés:
    Entrante + plato principal + postre = 25€
    Entrante o postre + plato principal = 20€
    Echad una ojeada a su facebook ya que cuelgan cada día los menús express    www.facebook.com/relais50
  • La Caravelle, un bar abierto todos los días de 7h. de la mañana a 2h. de la madrugada, donde disfrutar de conciertos de jazz y aperitivos en un ambiente amable y relajado. Además dispone de un balcón-terraza muy codiciado con vistas hacia la “Bonne Mère”, del Viejo Puerto.
  • En el Cours-Julien, zona de moda encontraréis bares y restaurantes de todo tipo conviviendo con interesantes murales y grafitis.

La ruta sigue por el barrio antiguo llegando hasta el Fort Saint-Jean y desde allí me acerco a la Cathédrale de la Major, para contemplar su exterior con sus cúpulas y su precioso interior (su apertura es hasta las 17:30h. aproximadamente). A partir de aquí es aconsejable meterse por las callejuelas interiores del barrio y dejarse llevar. Yo he entrado por la Rue du Panier y luego por la Rue des Moulins y por la Montée des Accoules, Allí me encuentro Le Bazar de César Savonnerie, donde venden el famoso y artesano jabón de Marsella.

Después del recorrido por el barrio antiguo es el momento de subir a La Basilique de Notre Dame de la Garde, otro de los puntos turísticos más importantes de Marsella que se alza majestuosa sobre la ciudad. Aunque arquitectónicamente hablando no es tan espectacular como la Catedral de la Major, sus espléndidas vistas desde su colina merecen mucho la pena. Os recomiendo que la subida la hagáis con el autobús 60, el desnivel es de casi 150 metros sobre el nivel del mar. Si decidís ir andando son unos 50 minutos de subida aproximadamente. Para bajar no hay problema de hacerlo andando.

Más información y horarios en www.notredamedelagarde.com.

La bajada la realizo a pie por la Rue Vauvenargues en dirección Rue Robert donde se encuentra Le Four des Navettes, el horno más antiguo de la ciudad abierto en 1781 y muy cerca de la Abadía de Sant Victor. Aquí nace el dulce típico marsellés, según cuentan originario de las Bocas del Ródano. Las navettes se elaboran con harina, huevo, mantequilla, azúcar y aroma de flor de naranja, desde hace más de 200 años artesanalmente y con el mismo horno desde su apertura.

Un breve receso y por la tarde-noche me reúno con mi amigo y sus colegas para tomar algo en Polikarpov en el Cours Honoré d’Estienne d’Orves, donde se encuentran muchos bares para tomar una copa antes de cenar.

Muy cerca del mismo encontramos el majestuoso edificio de la Opera de Marsella.

 

Marsella Día 2

Después de un nuevo desayuno nos disponemos a dar un paseo por Marsella donde visitamos, en el barrio de Thiers, un mercado de antiguedades y de productos ecológicos que se celebra todos los sábados. Y en las inmediaciones de la plaza Stalingrado encontramos un mercadillo de flores, frutas y verduras y productos de proximidad, muy cerca en el número 1 de la Rue Saint-Bazile está la Boulangerie Rodrigues, el pan que se hace aquí es de una calidad pocas veces apreciada en otro lugar.

Regresamos de nuevo al barrio de Noailles para hacer un recorrido por algunos de sus emblemáticos establecimientos, como la Maison Empereur (4 rue des Récolettes), una casa de calidad reconocida desde 1827 dentro del mundo de la ferretería, droguería, cuchillería y artes culinarias. Y un buen paraíso para los amantes de los gadgets!!

Otra de las tiendas que no hay que perderse es la épicerie o tienda de comestibles Saladin épices donde podemos encontrar especias orientales, indias, marroquíes y también dulces, gelatinas, aceitunas, condimentos, frutas secas y miel. Y productos artesanales como cestas, tagines y cuscuseras.

La intensa ruta nos lleva a la hora de comer y decidimos hacer un take away degustando la rica gastronomía étnica que nos ofrece Soleil d’Egypte (9 Rue Longue des Capucins) en el Mercado de Capuchinos. Un street food norte africano que ofrece entre otros el Bourek, una pasta llamada yufka que no es más que una pasta filo tradicional rellena de carne picada, patatas, cebolla y pimienta. O también el Mahjouba, “pancakes” o crepes argelinos de sémola de trigo rellenos de queso).

Justo después de comer tomamos una vespa para recorrer el litoral en dirección a uno de los puntos de interés turístico por excelencia, Le Parc National des Calanques (Calas). Sin duda una de las atracciones más importantes de Marsella.

Hay cuatro puntos por donde llegar en transporte y que donde además se aproximan algunas líneas de autobús, a partir de aquí hay que seguir el camino por los senderos. En nuestro caso fuimos al de Callelongue, donde subimos una colina para tener unas buenas vistas del Mar Mediterráneo y de la Île Maire e Île de Jarron.

  • Calanque Callelongue – Bus 20 – Se puede subir al Sommet (Cumbre) de Marseilleveyre.
  • Calanque de Sormiou – Bus 23 – Acceso andando por el Chemin de Sormioux.
  • Calanque de Morgiou – Bus 22 – Acceso andando por el Chemin de Morgiou
  • Calanque de Sugiton – Bus 21 – Acceso andando por el Parc de Luminy

En dirección Cassis hay algún otro puerto de montaña para acceder a Les Calanques que hay más al norte.

Para llegar a Les Calanques parte del recorrido se realiza por La Corniche, un hermoso paseo que discurre bordeando el mar desde la Playa de los Catalanes hasta el parque del Balneario del Prado. Un paseo de 5km. de largo y 25m. de ancho desde el cual tenemos unas estupendas vistas del Archipiélago de Frioul. Durante su recorrido se puede ver la Porte d’Orient (un monumento a los muertos del ejército de Oriente en la guerra de Indochina) o la Hélice de César (monumento homenaje a los repatriados del norte de África).

El nombre de Playa de los Catalanes data del siglo XVIII y se debe a la llegada de un grupo de pescadores catalanes que se habían instalado en una casona abandonada. Con el paso del tiempo, el nombre se mantuvo para todo el lugar. En la novela El conde de Montecristo de Alexandre Dumas, la novia de Edmond Dantes, Mercedes, se supone que vive en este pequeño lugar de la costa.

En la ruta de Les Corniches también encontramos el pueblo de Vallon des Auffes, un pequeño puerto pesquero donde dicen se puede degustar una de las mejores bouillabaisse. Bouillabaisse es una sopa de pescado cuyo secreto aparte de los ingredientes, es que se cocina como su nombre indica: bouilla (hervor) – baisse (bajo).

Uno de los restaurantes más conocidos es Chez Fonfon (140 rue du Vallon des Auffes) especialista en pescado y bouillabaisse. Aquí os comparto un vídeo sobre la receta de este típico plato marsellés que preparan en el restaurante.

Otros rutas o puntos de interés

Otra opción es coger el bus 83 desde el viejo puerto que nos hace un recorrido bordeando el mar y pasando por lugares emblemáticos como el Jardin du Pharo,  l’Anse des Catalans, la Porte d’Orient, l’Hélice de César, el Parc Balnéaire du Prado, el Parc Chanot y l’Orange Velodrome.

Le Musée de Savon (El Museo del Jabón): entrada 2€ (visita) o 5€ (visita + jabón personalizado)

De compras

Perderse por las calles de Marsella significa descubrir rincones y lugares de interés como pueden ser las tiendas, desde una épicerie (tienda de alimentación) hasta la mejor de las tiendas de jabones de Marsella. Sin olvidar claro los diferentes mercados que se celebran a lo largo de la semana por los distintos barrios de Marsella. En la página web de la Oficina de Turismo podéis consultar el listado de mercados en Marsella.

Otra buena opción es recorrer las calles de Saint Ferréol o de la République.

En cuanto a los grandes centros comerciales encontraréis Les Terrasses du Port y Les Docks de la Joliette ambos ubicados en un nuevo equipamiento cultural y artístico de la ciudad de Marsella. Y el Centro Comercial Bourse en el barrio de Belsunce muy cerca del puerto viejo. A tener en cuenta que las tiendas y centros comerciales suelen cerrar entre la 18h. y las 20h.

Curiosidades

Marsella es una de las ciudades con la mejor agua corriente de Europa, directamente de Los Alpes y recomendada para su consumo diario e incluso para las familias con bebés ¡Un lujo!

Transporte

Los billetes sencillos de transporte tienen un importe de 1,6€/1,7€, y si vuestra intención es quedaros más de un día en Marsella y usar el transporte público podéis comprar el Ticket Transtick (válido para la red de transporte RTM y las líneas metropolitanas, excepto lanzaderas marítimas. La red de transporte RTM incluye bus, metro y tranvía). Hay dos tipos de ticket, el de 24h. (5,20€) y el de 72h. (10,80€) Más información en www.rtm.fr y www.lepilote.com.

Como en toda ciudad turística disponen del CityPass que incluye transporte, museos, visitas,… Se puede comprar en la oficina de turismo o en las estaciones de metro de Saint Charles y Vieux Port. Disponible en tres modalidades: 24h. (26€), 48h. (33€) y 72h. (41€). Más información en www.resamarseille.com.

Para desplazarse a las islas cercanas a Marsella la opción son las navettes (lanzaderas) marítimas, operadas por la empresa Frioul If Express. Los tickets se pueden comprar en las taquillas que se encuentran en el Vieux Port. Informaros bien de los horarios de salidas y las posibles combinaciones ya que podéis visitar una o dos islas.

Archipiélago Frioul: Isla de If y la isla de Port Frioul. En 2017 la tarifa normal para visitar una isla es de 10,80€ y las dos por 16,20€. Hay descuentos para familias y grupos. Más información y compra online en www.frioul-if-express.com

Y hasta aquí la ruta de dos días por Marsella que espero os anime a descubrir esta gran ciudad. Au revoir!

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