Bacalao de cuaresma con ‘Carxofa Prat’

Estamos ya fuera de la Cuaresma cuando estoy escribiendo esta receta, pero sin duda la podéis cocinar en cualquier momento. Bueno o al menos durante la temporada de alcachofas. Las alcachofas de esta receta son de proximidad, del Parc Agrari del Baix Llobregat, el huerto periurbano por excelencia. Un buen truco es tener algunas raciones congeladas, para disfrutarlas durante el resto del año.

Método para congelar las alcachofas:

Pelamos las alcachofas y desechamos la parte superior. Nos quedamos con los corazones y la parte del tallo bien pelada. A continuación, las escaldamos con agua a punto de hervir durante unos 3 minutos aprox. Acto seguido, las incorporamos durante unos minutos en un bol con agua muy fría (con hielo) para cortar la cocción. Retiramos el agua y las secamos bien. Posteriormente las envasamos al vacío o bien las colocamos en una bolsa o recipiente para congelar.

Vamos a por la receta. El bacalao en este caso no es desalado es bacalao skrei fresco, una delicia de Noruega que podemos disfrutar durante los meses de febrero y marzo. Tuve la gran suerte que cayera en mis manos un ejemplar, gracias a un sorteo realizado por Maria Teresa @mussarafood_mtllaurado y PlusFresc de Lleida. En este caso elaboré la receta con dos recortes de la parte superior de este bacalao. Ya lo sabéis del cerdo se aprovecha todo, y del bacalao también. Esta receta, la podéis cocinar con los habituales lomos de bacalao.

Ingredientes para 2 personas:

  • 2 trozos de bacalao skrei fresco
  • 2 alcachofas (#CarxofaPrat)
  • 40 gr. sofrito de cebolla (en esta receta de @_cuick)
  • harina de arroz (en esta receta de @moliderafelet)
  • 1 tomate rallado
  • 2 huevos
  • 30 gr. pasas
  • 1 copita de vino rancio
  • 1 diente de ajo
  • AOVE
  • agua o caldo vegetal

Elaboración:

En una sartén con un buen chorro de AOVE freímos el bacalao rebozado con harina de arroz, sobretodo para que la parte exterior quede un poco tostadita (sin pasarnos!). Escurrimos bien con la ayuda de papel de cocina. Reservamos.

Pelamos las alcachofas eliminando las hojas más duras, desechamos la parte superior. Nos quedamos con sus corazones, y los cortamos a octavos. Reservamos dentro de un cuenco con agua y limón o perejil, de este modo evitaremos que se oxiden.

Hervimos los huevos. Pelamos y reservamos.

En una cacerola con un poco de AOVE salteamos las alcachofas con el sofrito de cebolla, las pasas y un diente de ajo bien laminado. Cuando las alcachofas estén un poco doraditas añadimos el tomate rallado, y sofreímos durante unos 5 minutos. Es el momento de incorporar la copita de vino rancio y dejamos evaporar bien el alcohol.

Incorporamos el bacalao, removemos un poco e incorporamos el agua (o caldo) caliente hasta cubrirlo. Cocemos durante unos 10/12 minutos a fuego medio. A media cocción rectificamos de sal y añadimos los huevos partidos por la mitad. Con el paso de los minutos la salsa reducirá y adquirirá una buena textura. ¡Para mojar pan!

Y ya tenemos listo el bacalao, ¡bon appétit!

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