Calamares a la romana

Calamares romana

Cuantas veces nos han servido este plato con una textura más bién parecida a una cámara de bicicleta. Qué diferencia con el exquisito plato, que acompañado con una gaseosa pedía a mis padres, cuando, mediante las Golondrinas, visitábamos el bar-restaurante Porta Coeli, debajo del faro en el rompeolas de Barcelona. Han pasado muchos años y el fastfood también ha llegado a este plato. Si queréis rememorar unos buenos calamares a la romana, ahí va un método sencillo. Mezclar bien, cinco cucharadas colmadas de harina de trigo, una cucharada de fécula de maíz, una pizca de sal, medio vaso de cava muy frío y una cucharada pequeña de aceite. Si fuera necesario, añadir agua con gas y fría, ya que la textura ha de ser entre crema y papilla.

Los calamares los pedís a vuestra pescadera de confianza, a poder ser, frescos, algo grandes y cortados en anillas de seis o siete milímetros. Introducirlos en la masa, remover y dejarlos unos diez minutos. Para freír os aconsejamos freidora o, sino puede ser, sartén con abundante aceite y con tapa anti salpicaduras. Cuando esté el aceite bastante caliente, nunca humeante, introducir el calamar empapado de la masa, dejándolo escurrir antes un poco y suerte. Ya dorados los dejáis sobre un papel absorbente para que desprenda el aceite sobrante.

Acompañar de una cerveza muy fresca o un vermut, a poder ser de Reus, y buen provecho.

Subscriu-te al butlletí!