Descubriendo…Castilla y León (VIII) – Soria II

La Laguna Negra

Como decíamos en la presentación de este capítulo hoy recorreremos: el Embalse de la Cuerda del Pozo, un mar de agua dulce en el corazón de Soria; la Laguna Negra, al parecer sin fondo y con una leyenda intrigante; Soria la capital de provincia más pequeña y menos poblada de España; y Numancia el sitio más largo y cruento de la historia.

Embalse de la Cuerda del Pozo

Dirección Soria hasta Abejar. A la izquierda hacia Molinos de Duero.

Penetramos en un paraje singular el Embalse de La Cuerda del Pozo o de la Muedra, inaugurado en 1.941. Muedra fue el pueblo que se dejó inundar por los numerosos ríos y arroyos de la Sierra de Urbión. El campanario de la iglesia y los vestigios de las casas todavía se pueden ver cuando baja el nivel del agua. También se sacrifico un puente romano que salvaba el Duero y que enlazaba con la calzada romana. En este “mar de agua dulce”, abrigado por un bosque de pinares y robledales, podemos encontrarnos lugares comunes a las costas mediterráneas, como: Playa Pita, Las Cabañas, el club Náutico y Peña Gamella. Dispone, en algunas zonas señaladas, de restauración, aparcamientos, servicios, fuentes, asadores, mesas y patines acuáticos para el recreo de los visitantes.

La Laguna Negra

De Molinos del Duero a Vinuesa (SO-820), después de pasar el rio a la izquierda (SO-830) dirección Montenegro de Cameros.

A 18 Km. de Vinuesa hay un aparcamiento donde nos vemos obligados ha dejar el coche y seguir a pie hasta la laguna (hay 1,5 km.) o bien tomar un autobús que nos dejará junto a un camino acondicionado y señalizado que lleva a la pasarela que la circunda en parte. La pasarela fue instalada para preservar la zona y permitir andar con comodidad para observar este bello paraje. La Laguna Negra está situada a 1.300 m. de altitud, es de origen glacial y se encuentra en la sierra de Urbión, nacimiento del rio Duero, cuyo máximo exponente es el pico de Urbión que mide 2.229 m. Se puede llegar hasta el Urbión por un sendero marcado al final de la pasarela, se trata de cuatro a cinco horas ida y vuelta. La vista es impresionante, os aconsejo este desplazamiento.

 

La laguna está marcada por una leyenda que la envuelve en un halo de misterio, según cuentan no tiene fondo y hasta se ha llegado a decir que comunica con el mar por medio de cuevas y corrientes subterráneas. Pero ha decir verdad no tiene más de doce metros de profundidad.  Antonio Machado situó en la Laguna Negra el escenario de su novela Los Hijos de Alvargonzález. La trágica historia que relata Machado se inicia con un parricidio ocurrido en estas tierras, Alvargonzález es asesinado por dos de sus tres hijos con el fin de cobrar una herencia y arrojado a la laguna, siendo acusado un inocente y condenado a muerte. Tras la muerte de la esposa del difunto y madre de los asesinos, la avaricia de estos es recompensada con la esterilidad de sus tierras, mientras que el otro hermano que les compra parte de la heredad obtiene grandes cosechas. Ante la evidencia de que les persigue una maldición, los asesinos huyen y al pasar cerca de la Laguna Negra se pierden en la noche, acaban en sus aguas y mueren.

Más información en Laguna Negra

Calatañazor

En Abejar, a la derecha (SO-910) hasta llegar a la N-122 a Valladolid. A muy poca distancia divisaremos el desvío a Calatañazor.

En esta población Orson Welles rodó Campanadas a Medianoche, inspirada en diversas obras de Shakespeare y que tiene como hilo conductor a Sir John Falstaff, interpretado por el propio Welles. Situada en un escarpe a cuyo pie discurre el río Milanos, durante siglos la profundidad de la hoz hizo innecesaria la utilización de murallas para la defensa de la población. El pueblo lo conforma una empinada calle empedrada de canto rodado, con casas sin verticalidad, paredes de mampostería de piedra y cubiertas de teja coronadas por las reconocibles chimeneas  pinariegas, en cuyo extremo superior se ubica la plaza mayor, donde se encuentra el Castillo y el Ayuntamiento. Además conserva dos iglesias románicas, una de ellas en muy mal estado.

Cuando en el siglo VIII comenzó el dominio musulmán, las huestes capitaneadas por Almanzor dejaron honda huella en la península. Pero fue aquí donde Al-Mansur (el victorioso) “perdió el tambor”,  es decir, perdió su talismán siendo derrotado, muriendo y más tarde enterrado en Medinaceli. Del castillo perdura la torre del homenaje restaurada y varios elementos de la muralla y el foso. En 1962 Calatañazor fue declarada Conjunto Histórico Artístico.

Soria

A orillas del rio Duero, Soria es una población activa gracias al turismo, por su carácter histórico y medieval, pues sus calles destilan esa belleza que sigue seduciendo a los viajeros. Como en tantas otras ciudades Soria nace alrededor de su castillo extendiéndose entre dos cerros, el del castillo y el  Mirón. El recinto amurallado cubría una amplia superficie con un perímetro de 4.100 m. de él solo quedan importantes vestigios diseminados en diversos lugares hasta las inmediaciones del rio Duero. Dentro del recinto se encuentra la iglesia de San Salvador a modo de capilla para los habitantes del castillo, además también se forjó una de las aljamas (judería) más importantes de Soria. Del recinto quedan restos de la torre del homenaje, la muralla interior y el acceso con dos torres cilíndricas.

Recorramos las calles sorianas y respiremos este ambiente que rememora tiempos de esplendor truncado en 1.492 con la expulsión de los judíos de España. Comencemos la andadura en el Parque Alameda de Cervantes o La Dehesa, es un hermoso jardín donde conviven cientos de especies vegetales, donde iniciar largos paseos desde La Rosaleda hasta el alto del parque y descansar después en alguna cafetería para seguir camino entre las fuentes. Vayamos a la Plaza Herradores, de innumerables recuerdos, ahora llamada de Ramón Benito Aceña, sentados en una de sus terrazas tomemos una caña con su tapa en algún bar y observemos a sus gentes. Después para ilustrarnos bebiendo de su historia adentrémonos en la majestuosa Iglesia de Santo Domingo cuya fachada fue erigida a imagen de la de Nuestra Señora de Poitiers (Francia). En ella figuran un conjunto de arcos germinados en dos pisos a cada lado, el rosetón central y un pantocrátor situado en el centro del frontón.

En la Plaza Ramón Benito Aceña al lado de la plaza del Olivo y del parque de la Dehesa encontramos Casa Apolonia uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad, especializado en la cocina tradicional castellana. Tiene una extensa carta de tapas, raciones y platos, todo ello avalado por sus más de cien años de servicio. Al norte del Parque Alameda de Cervantes, en la calle Venerable Palafox justo al lado de la plaza de toros el restaurante Garoa nos ofrece, además de un buen trato, tanto sus tapas como la carta o menú del día, calidad a un precio razonable. Cocina castellana, setas, carnes sorianas y menú para celíacos. En esta zona hay otros restaurantes también muy recomendables.

Vayamos después al Instituto Antonio Machado en la calle Aduana Vieja, con su portada barroca, al que llega el afamado poeta en 1.907, allí da clases de lengua francesa hasta 1.912, cuando marcha de Soria. Actualmente aún se conserva un aula tal y como estaba en su época. Bajamos hacia el centro de la ciudad, a la calle el Collado la arteria principal de amplios soportales que cobijan a las gentes en sus paseos. Por fin, la Plaza Mayor, una de las que se usaba para celebrar los llamados festejos taurinos o corridas. Situados en el arco de acceso desde la calle Zapatería, de izquierda a derecha podréis ver: la Casa del Común donde se guardan los Fueros,  la Iglesia de Ntra. Sra. la Mayor de estilo románico, el Palacio de los Betetas o Torre de Doña Urraca donde se dice que estuvo presa la reina de Castilla e hija de Alfonso VI, el Ayuntamiento edificado exento o separado de los demás edificios, el Palacio de la Audiencia y la Fuente de los Leones en el centro de la plaza.

La colegiata de San Pedro que data del s.XVI, auténtica joya de la arquitectura románica castellana, desde 1.959 concatedral junto a la de la Asunción de El Burgo de Osma. Edificada en el lugar que ocuparon entre los s.XI y XII, una pequeña iglesia y después otra monástica de los canónigos de San Agustín, ésta se hundió parcialmente en el año 1.543 y en su lugar fue levantada la actual colegiata. Al construirla fue necesario desplazar los cerramientos laterales, derribando sin ningún miramiento el ala meridional del claustro que se había salvado y del que se decía era el más bello de España. Tres portadas enriquecen el conjunto: la Sur, la Oeste y la del Claustro. El ábside de la capilla mayor está cubierto con un  magnífico retablo de estilo romanista de la escuela castellana. La Torre Campanario de planta cuadrada de tres cuerpos de sillería nos presenta uno de los conjuntos de campanas más espectaculares de las catedrales de España. A destacar otro retablo que cubre el frente de la capilla de la Epístola, plateresco de mediados del s.XVI, procedente de la iglesia de Santa Clara.

La ermita de Nuestra Señora del Mirón situada en el cerro gemelo al del Castillo es uno de los parajes más conocidos y fotografiados que posee la ciudad. La actual ermita levantada en el s.XVIII solo conserva de la antigua el ábside románico, hoy sacristía. Este edificio de estilo barroco presenta un retablo mayor en tres elementos de estilo churrigueresco, enmarcado por cuatro columnas salomónicas. En el exterior de la ermita se levanta un monumento dedicado al patrón de Soria, San Saturio. Desde el mirador se divisan al otro lado del rio los Arcos de San Juan de Duero. Éste fue un monasterio que se mantuvo habitado hasta el s.XVIII, de arquitectura románica castellana levantado a las afueras de la ciudad, en las primerías del siglo XII a orillas del rio Duero del que solo se conservan la iglesia y el claustro sin techar datado en el s.XIII es de forma irregular y construcción dispar, clasificado como uno de los más excepcionales de todo Occidente, cuyos arcos dan actualmente nombre al conjunto. La iglesia es muy sencilla, de una sola nave con presbiterio y ábside, en la que destacan dos templetes o baldaquinos dispuestos uno a cada lado del presbiterio. Los aficionados al arte románico le otorgaron, en una encuesta realizada, el cuarto lugar entre las siete maravillas del románico español.

Numancia

A 7 km. al norte de Soria.

Sobre el Cerro de la Muela (Garray), se encuentran los restos de Numancia, población sitiada por los romanos durante 18 años. Varios cónsules romanos se estrellaron contra sus murallas, hasta que en el año 134 a.C. fue nombrado Publio Cornelio Escipión nieto del vencedor de Cartago. Las tropas romanas compuestas por 60.000 soldados sitiaron durante quince meses y vencieron por hambre a 2.500 numantinos en el verano del año 133 a.C. Sus habitantes prefirieron el suicidio a entregarse e incendiaron la ciudad para que no cayera en manos de los romanos. En la actualidad se pueden ver parte de sus restos, ya que algunos asentamientos romanos o han desaparecido debajo de una urbanización o están pendientes de la ejecución de obras con el beneplácito de la Junta de Castilla y León y el consistorio de Soria.

Soria nos presenta en su gastronomía los productos cárnicos: asados de cordero, cerdo y cabrito. Además tiene recetas peculiares como las migas del pastor; los níscalos (setas) a la cazuela, en sopa o vinagreta; la caldereta de cordero o de toro; y el ajo carretero. Los embutidos con productos procedentes del cerdo y como novedad las elaboraciones con excelentes carnes de vacuno. Estas últimas procedentes de la raza Serrana Negra Ibérica. De los productos lácteos destaca la mantequilla y el queso de leche entera de cabra. Por último los vinos pertenecientes a la D.O. Ribera de Duero elaborados en Castillejo de Robles, San Esteban de Gormaz y las tierras de Gormaz.

Zamora no se ganó en una hora pero bien vale un nuevo capítulo de esta serie. Hasta la vista!!

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