Cellers Blanch, 300 años de vida agrícola familiar

Las vacaciones de este año discurrieron por tierras tarraconenses, más concretamente por El Catllar. Antes de disfrutar de estos días de desconexión siempre procuro hacer una buena radiografía del terreno en búsqueda de interesantes actividades.

Una de ellas finalmente me transportó hacia la localidad de Puigpelat, en la comarca del Alt Camp, allí se encuentra la bodega Cellers Blanch.

Su historia con el mundo agrícola se remonta hace casi 300 años (existen referencias escritas desde 1736). Ya en pleno siglo XX, los puntos claves se remontan al año 1965 cuando Joan Blanch Mestre (primera generación) abre un pequeño negocio de elaboración y distribución de vinos a gran escala. En 1991, la segunda generación inicia la incursión en el mundo del espumoso, en la DO Priorat y en la DO Tarragona, apostando firmemente por la exportación. Desde el año 2012 la tercera generación, los hermanos Roger y Guillem, junto con su madre Mª Rosa han reorientado el negocio familiar hacia un producto ecológico, tanto en los viñedos como en la bodega, y de máxima calidad.

A nuestra llegada nos recibió Roger quien nos advirtió que estaban en plena vendimia. Las condiciones climatológicas actuales están dejando huella en el mundo vitivinícola. Pero lo cierto que para mi fue un privilegio vivirlo de cerca.

Roger combinó apuntes históricos de esta bodega familiar con una cata de diferentes vinos tranquilos y espumosos. Empezamos el ‘enoviaje’ por el Identitas. Una propuesta de vino blanco monovarietal de Subirat Parent (familia de las malvasías) que directamente fermenta en barrica de castaño durante tres meses permitiendo oxigenar mucho más el vino. Se le suma un reposo de seis meses en botella. Este paso por la barrica de castaño le aporta unas interesantes notas de madera y un preciado color ligeramente tostado. Un vino para acompañar un buen ágape, como nos aconsejó Roger con un arroz caldoso o con una buena selección de quesos.

La estrella de la corona, el Pont Fosc, otro blanco monovarietal de Macabeo de viñas viejas sextagenarias, fermentado en acero inoxidable y posteriormente un año en barrica de castaño. La madera redondea este vino. Se aprecia salinidad del mar, un buen aliado para tomar unas ostras, o unos platos de pescado o de marisco. Un dato curioso es el origen de su nombre, fue totalmente provisional pero llegó para quedarse. Un homenaje a la parcela homónima ubicada bajo un puente con un túnel oscuro y largo, el que los hermanos Blanch cruzaban en bicicleta para visitar a su abuelo.

También merece especial atención la microvinificación. Con unas pocas 500 botellas de Blanc Xarel·lo es una de las grandes apuestas que durante dos años consecutivos ha ganado el segundo premio de blanco seco en el concurso realizado por la DO Tarragona.

La visita prosiguió con la bajada a la cava donde descansan gran parte de los vinos. En un extremo yacían unas barricas del vino tinto ‘Sebastià’, un merlot con 12 meses en roble francés, con uvas procedentes de viñedos ubicados en la finca el Pla de Santa María en Figuerola del Camp.

La cava fue el entorno perfecto para disfrutar del vino espumoso y para descubrir su proceso de elaboración. El Blanch Subirats. Un espumoso gastronómico, con 3 años de crianza. Burbujas bien integradas, similar al punto de aguja, perfecto para conducir un ágape entero. Macabeo, Xarel·lo, Parellada e Identitas, este último nos aporta la madera. Un espumoso con calidad DO Tarragona.

Un excelente punto y final para una visita con grandes anfitriones. La familia Blanch.

Cellers Blanch forma parte de dos proyectos muy personales. El primero de ellos, Vinya · Celler · Masia que acoge un grupo de bodegas y elaboradores con un único objetivo, «la elaboración de unos vinos con la nobleza de nuestra tierra, cuidados, con el máximo respeto por la naturaleza que nos rodea y, sobre todo, vinos auténticos de cosecha propia». Y el segundo, Cellers Singulars, jóvenes emprendedores amparados por la DO Tarragona con voluntad de crear sinergias para dar valor al territorio, a las bodegas y a sus vinos.

¿Qué actividades de enoturismo se llevan a cabo en Cellers Blanch?

En Cellers Blanch presentan diferentes propuestas enoturísticas como el original Escape Room ‘Els secrets de l’antic celler’ que como bien se define «la intuición y los cinco sentidos serán tus mejores aliados». 45 minutos para resolver todos los misterios que hay en la bodega antigua del abuelo. Y al terminar, una visita a la bodega con degustación de vino, aceite de oliva y frutos secos.

Las actividades se completan con opción de visita por la bodega descubriendo la historia familiar vitivinícola que incluye degustación, o una cata entre viñas para explorar el proceso de vinificación, o una degustación a domicilio o incluso enoturismo corporativo.

Cellers Blanch
Avinguda Catalunya, 8, 43812 Puigpelat, Tarragona
Tel. 649 99 32 94
Web: https://info133495.wixsite.com/cellersblanch
Actividades enoturísticas: https://info133495.wixsite.com/cellersblanch/enoturisme

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