Cuando comenzamos esta serie sobre Castilla y León obviamos Soria ya que formaba parte del itinerario que hoy os relatamos, nuestras vacaciones en Sant Leonardo de Yagüe. Como reza su eslogan turístico: «Soria… ni te la imaginas«; es cierto y por este motivo deseamos haceros partícipes de este descubrimiento.
Nos albergamos en el Hotel La Reserva de San Leonardo (desgraciadamente cerrado por la crisis), situado a 50 km de Soria entre las poblaciones de Navaleno y San Leonardo de Yagüe de la que se desconoce la fecha exacta de su fundación, quizás entre los siglos X y XI siendo denominada entonces San Leonardo de Arganza. A la muerte del general Juan Yagüe hijo de la villa, participante del levantamiento junto a Franco y otros generales en 1.936, fue renombrada en su honor como San Leonardo de Yagüe. De ella podemos destacar la Iglesia de San Leonardo Abad de estilo herreriano que data del siglo XVII, El Arco que es la única de las tres puertas que resta del recinto amurallado y el Castillo señorial que, en estado de ruina, se encuentra sobre un cerro rocoso. Desde La Reserva podemos recorrer los enclaves más turísticos organizando rutas de una jornada, en la recepción os darán la pertinente información.
Para comer en San Leonardo os podéis dirigir a la calle Cid Campeador nº 5 donde se encuentra el Restaurante Asador Don Rodrigo. A decir verdad la primera impresión no fue muy buena, viniendo de la calle la oscuridad se hacía patente consiguiendo entrever una gran barra a la derecha que finalizaba ante un horno de leña para los asados y frente al mostrador sobre una tarima con barandillas los parroquianos sentados, enfrascados en sus cosas o en algún juego de cartas o dómino. Al fondo a la izquierda un corredor nos llevó hasta el comedor, pasando por una interminable colección de setas en todas sus especies, formatos y materiales. Pudimos degustar sus platos más celebrados: asados en horno de leña, setas frescas y en conserva, chorizo, morcilla de arroz… Creemos recordar que quién nos atendió estudiaba en la universidad de Burgos, esperamos que esté ejerciendo en estos momentos. Una de sus quejas y de las gentes de Soria en general era la falta de infraestructuras y la obligación de los sorianos a emigrar a Burgos capital para llevar a cabo los estudios universitarios.
En primer lugar visitaremos uno de los parajes más bellos de estas tierras y si os apetece andar podréis descubrir lugares indómitos que rememoran territorios más allá de nuestra geografía. El Parque Natural del Cañón del Río Lobos es un espacio natural a caballo de las provincias de Soria y Burgos, protegido por sus valores paisajísticos y geológicos al constituir un conjunto de gran belleza. Es refugio de importantes poblaciones de fauna en peligro de extinción, en su interior anidan innumerables especies de aves rapaces, entre ellas: águila, halcón, azor, alimoche y búho real; siendo la especie más apreciada el buitre leonado. Alberga excelentes masas forestales y especies de flora singular, donde predomina el sabinar y los bosques de pino laricio. El río Lobos ha ido labrando a lo largo de los siglos este cañón, convirtiéndolo en un lugar agreste con su acción erosiva.
Este Parque Natural se sitúa entre la Cordillera Ibérica y la meseta del Duero, con una longitud de 25 km, desde el límite de la provincia de Burgos, al puente de los Siete Ojos, hasta la desembocadura en el río Ucero, allá, en un antiguo molino reconvertido en piscifactoría, se encuentra el Centro de Interpretación. En cada uno de estos puntos hay una entrada donde encontraréis un aparcamiento y caseta de información. Todo su recorrido está plagado de rutas de senderismo marcadas, en ellas podréis localizar torcas, simas y cuevas que horadan sus paredes. La entrada central al parque se efectúa por la carretera SO-934 en un desvío a la izquierda justo a la mitad del pueblo de San Leonardo. Cerca en la localidad de Arganza se conservan varios ejemplares de casas pinariegas. Este tipo de edificación tiene semejanzas con la casa rústica del norte de España debido a la similitud de su clima con el de esta comarca. Antes de llegar al llamado Puente de los Siete Ojos, por su construcción de siete arcos, hay una zona para aparcar y una oficina de información.
Al Sur la población de Ucero, villa medieval situada a 15 kilómetros de El Burgo de Osma, en la carretera SO-920, se encuentra el mirador de La Galiana, conocido como el Balcón de Castilla, donde se pueden admirar espléndidas vistas del parque desde el borde de los acantilados. La zona más conocida es sin duda el Colmenar de los Frailes, lugar donde se ubican los panales de abejas que gestionaban los monjes templarios de la Ermita de San Bartolomé, a 3,5 km de la entrada de Ucero, en la explanada que se extiende frente a la Cueva Grande, enorme gruta accesible donde en honor al santo se celebra una romería cada 24 de agosto. Allá en lo alto de la peña el magnífico castillo que, a pesar del pobre estado en que se halla destaca por su inmensidad, aún nos rememora a los Caballeros Templarios que lo levantaron para dominar el entorno.
Más información en www.canonderiolobos.com
Siguiendo hacia el Sur por la SO-920 llegaréis a El Burgo de Osma, ya detallada en otro recorrido, de allá por la N-122 a San Esteban de Gormaz donde en 1.187 se celebraron las primeras Cortes de Castilla, y más al Sur abandonamos la provincia de Soria para adentrarnos en la de Segovia. Justo ahí se encuentra Ayllón, donde el tiempo parece haberse detenido. En primer lugar descrubriréis el puente romano sobre el río Aguisejo, frente a él a nuestra izquierda el Arco por el que accedemos a la población, allá mismo la casa-palacio de Juan de Contreras, seguidamente la Plaza Mayor con los característicos soportales, en ella el Consistorio municipal antiguo palacio de los Marqueses de Villena que data del s.XVI, frente a éste la mansión señorial de la Emperatriz Eugenia de Montijo, a su lado la iglesia románica de San Miguel, también la espadaña (campanario) de Sta. Mª. La Mayor y tantos otros edificios, casonas blasonadas, La Martina su torre vigía, dan prestigio a la fiesta medieval que se celebra el último fin de semana de julio. Todo este lugar hace honor a su lema ”Ayllón Historia y Arte”.
En la siguiente entrega visitaremos el Monasterio de Santo Domingo de Silos y la ciudad de Burgos que fue capital del Reino de Castilla. Por último los yacimientos de la Sierra de Atapuerca.
Ah! y como siempre unas recomendaciones para comer bien.