Aunque venimos de unas jornadas maratonianas de comilonas navideñas os compartimos este postre sencillo y resolutivo, la guinda como colofón de una comida de fiesta. De hecho fue uno de los postres estrella de estas Navidades, y ya veréis que es muy fácil de preparar.
Ingredientes para 6 personas:
- 1 piña
Para la crema pastelera:
- ½ l. de leche
- 3 huevos
- 125 gr. de azúcar
- 2 c/s de harina de maíz (Maicena)
- piel de naranja
- 1 vaina de vainilla
- azúcar
Elaboración:
- Infusionar la leche con la piel de naranja y la vainilla (haciendo un corte a lo largo de la vaina y raspando su interior para desprender las semillas), en un cazo hasta que hierva.
- En un bol que no sea de inoxidable, batir los huevos con el azúcar hasta obtener una masa uniforme.
- Añadir la harina de maíz, agregar la leche caliente (eliminando la piel de naranja y la vaina de vainilla) y calentar de nuevo, removiendo hasta que espese (con cuidado para que no hierva).
- Retirar del fuego, remover, y dejar enfriar. Reservar en el frigorífico.
- Cortar la piña a rodajas y eliminar la corteza y el corazón.
- Situar un rodaja en platos individuales. Llenar con la crema una manga pastelera, con una boquilla rizada y cubrir con la crema.
- Espolvorear con azúcar y quemar mediante un soplete, hasta que quede dorada.
Servir.
Buen Provecho!!!!
Consejos prácticos:
Según dietistas: la piña y la papaya son las mejores frutas para comer después de una comida copiosa.
La crema la podéis hacer a primera hora de la mañana, para que se pueda enfriar bien. El resto de la elaboración se realiza antes de servir.
Una curiosidad: la vainilla es el pedúnculo o tallo de la flor de una orquidea.