La temporada de setas ha terminado, pero si todavía tenéis algunas en conserva o congeladas aquí tenéis una sabrosa receta. En el mercado también disponéis de setas deshidratadas o en conserva que os pueden ser útiles. Esta tostada a modo de tapa o pincho es fácil de realizar y la miel le da el contrapunto idóneo.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 barra de pan rústico
- 400 gr. de setas variadas (níscalo o rovellón, llanega y carlet)
- 300 gr. de queso tierno
- 100 ml. de crema de leche
- miel
- aceite de oliva virgen
- uvas blancas y negras
- mantequilla
- azúcar
Elaboración:
- Pedir la barra de pan cortada al sesgo (en diagonal). Tostar ligeramente 8 rebanadas.
- En una sarten con aceite de oliva saltear las setas cortadas en brunoise. Añadir la crema de leche, mezclar bien, hasta que quede una mezcla untuosa o paté, y reservar.
- Cubrir las rebanadas de pan con el paté de setas, disponer sobré el paté una loncha no muy gruesa de queso. Untar el queso con la miel, mediante una cuchara de café.
- Introducir las tostadas en el horno, pre-calentado a 220º, para gratinar.
- Para la presentación, glasear las uvas en una sartén con una nuez de mantequilla, azúcar y un poco de agua.
Consejos prácticos:
Para gratinar, situar la bandeja en la parte más alta posible. Retirar cuando el queso comience a fundirse y a dorarse.
Fuera de temporada, se pueden utilizar setas en conserva o deshidratadas.