Los viajes son para compartir con los buenos amigos y nosotros hemos compartido muchos con Mari y Emilio. Durante las vacaciones del 2010 hicimos el camino de Santiago juntos, el nuestro fue en coche y nos ocupó seis días, a nuestra edad y con algunos achaques ya no nos podemos permitir andar ni cien kilómetros que es el mínimo exigido para obtener la compostela o credencial de peregrino.
Partiendo de Terrassa (Barcelona) seguimos en Martorell por la autovía A-2 hacia Lleida. Pasada la ciudad hay un indicador que nos lleva hasta la autopista, no es aconsejable seguir por la autovía hasta Zaragoza debido a que hay un solo carril y está lleno de camiones.
Como decía, por autopista seguimos hasta Zaragoza, de allá a Logroño y directos hasta Santa Domingo de la Calzada. Visitamos la catedral donde, en recuerdo del milagro de la gallina que cantó después de asada, se encuentran un gallo y una gallina en un gallinero construido de forja. La particularidad de esta catedral es que la torre está separada del edificio, torre exenta; se cuenta que debido a la particularidad del terreno se vieron obligados a encontrar un emplazamiento más seguro. La torre exenta más nombrada del mundo es la torre inclinada de Pisa (Italia). Detrás de la catedral está la plaza mayor o Plaza de España, donde se halla el Ayuntamiento construido sobre la muralla del siglo XIV que tenía una longitud de 1670 metros, siendo su eje central la única puerta de acceso a la ciudad que ha llegado a nuestros días. Diversos conventos, ermitas y edificios civiles recuerdan el pasado de esta ciudad de la Rioja.
Seguimos hasta Burgos, ciudad que obviamos en esta ruta, y por la única autopista de pago de la zona llegamos a León, parando a comer antes en Sahagún (ya que nos pasamos Carrión de los Condes). En León destaca la catedral gótica de Nuestra Señora de Regla, ya que hay un debate entre ésta y la de Burgos para definir cual es la mejor. En esta ciudad castellana hay otra obra maestra de Gaudí, la Casa Botines de estilo neogótico. La Plaza Mayor, las murallas de la época romana, diversos palacios y casas regias denotan la riqueza cultural de la capital leonesa.
De León a Astorga, aunque antes nos dirigimos a unos cuantos kilómetros al norte para dormir en Castrillo de los Polvazares. Maravilloso pueblo de la comarca de la Maragatería, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1980. Los maragatos eran comerciantes que transportaban las mercancías de Castilla a Galicia y viceversa hasta el siglo XX. Este pueblo conserva sus calles empedradas, las casas arrieras, una preciosa iglesia e innumerables hostales para alojarse.
www.castrillodelospolvazares.net
Al día siguiente desandamos el camino para llegar a Astorga, de ella destaca el Palacio Episcopal construido por Gaudí, la Plaza Mayor con el Ayuntamiento y su reloj animado por una pareja maragata, la Catedral de Santa María y un plato típico de la zona, el cocido maragato. Este cocido está compuesto por siete tipos de carne, repollo y garbanzos; a destacar que los tres platos o vuelcos se sirven al revés, primero las carnes o ración (morcillo de novilla, chorizo, gallina, pata y oreja de cerdo, lacón, tocino, costilla adobada y relleno), seguidamente repollo con sofrito y garbanzos y por último la sopa con fideos. Porqué, como se dice, de sobrar que sobre la sopa. Como postre, natillas; acabando con café de puchero y una queimada o chupito de orujo. Regado con un Prieto Picudo, vino de la tierra.
www.astorga.org/turismo/palacio-episcopal-de-astorga
Desde Astorga, pasando nuevamente por Castrillo de los Polvazares, seguimos por carreteras secundarias que acompañan los senderos marcados para aquellos que hacen el camino a pie o en bicicleta. Después de Foncebadón en lo alto del Monte Irago se encuentra la Cruz de Ferro (Hierro). En este lugar sobre un montículo se alza un poste culminado por una cruz de hierro, lugar donde la tradición pide a los peregrinos depositar una piedra traída de su lugar de origen, como símbolo de haber dejado atrás su pasado para devenir una persona nueva a su llegada a Santiago.
www.la-cronica.net/2009/02/02/leon/odisea-en-el-monte-irago-24565.htm
Seguimos por la misma carretera hasta Ponferrada y luego tomamos la autovía hasta Lugo. Para llegar a Santiago no es necesario pasar por Lugo ya que poco antes nace una nueva autovía que a modo de variante conecta con la antigua para llevarnos a nuestro destino. Pero creo que es necesario visitarla para no perderos sus vestigios romanos, de entre los que destaca la única muralla romana que conserva todo su perímetro original, podríais recorrer por la parte superior sus más de 2100 metros de longitud, y su catedral románica dedicada a Santa María, nombrada la virgen de los ojos grandes.
www.spanisharts.com/arquitectura/imagenes/roma/lugo_murallas.html
De Lugo a Santiago, equidistante de ambas, se encuentra Melide parada obligada para degustar en Pulpería Ezequiel su pulpo a feira, no os lo perdáis. La llegada a Santiago por la carretera de Lugo nos permite apreciar la maravillosa vista de la ciudad desde Monte do Gozo, donde se pueden ver emerger las torres de la catedral por entre las edificaciones, allí el peregrino ya ve llegar el final de su camino. Que decir de Santiago de Compostela, la plaza del Obradoiro con su catedral, la rúa do Franco con numerosos restaurantes de pescado y marisco o de sus gentes. No hay palabras para definir esta ciudad donde confluyen en su peregrinación multitudes venidas de todo el mundo, se ha de vivir y de paso adentrarse en sus callejas con olor a pulpo a feira y queimada.
No olvidéis que no habéis llegado al final del camino, es necesario saludar al Santo, acercarse a Finisterre y allá quemar o colgar de la torre metálica, situada detrás del faro, vuestras ropas -aquellas que os han acompañado durante el viaje- para que una vez purificados podáis emprender una nueva vida.
www.galinor.es/galeria/v3.html