Quiche de calabaza, puerro y mató

A menudo pensamos lo que queremos comer y a partir de aquí buscamos los ingredientes para llevar a cabo la receta, pero lo más divertido es hacer justo lo contrario. Abrir la nevera e improvisar un plato con lo que disponemos en la nevera y sobretodo dando salida a los alimentos perecederos o que están a punto de pasar a mejor vida. Así nació esta receta de quiche pero sustituyendo la habitual crema de leche por mató y un poco de leche.

Es una receta bien sencilla y que me fue como anillo al dedo para una de las cenas de estas navidades. A continuación, tenéis el paso a paso de la receta. Ya me contaréis si la lleváis a cabo!

Ingredientes:

  • 1kg calabaza (peso neto de unos 800gr.)
  • 2 puerros
  • 350gr. mató (en esta receta de @calpujolet)
  • 12 huevos de codorniz (equivalente nutricionalmente a 4 huevos, en esta receta de @liderou_callis)
  • Pasta brisa o quebrada
  • Leche
  • AOVE
  • Agua
  • Sal

Preparación:

En un cazo grande con un buen chorro de AOVE disponemos los puerros limpios y cortados a trozos no muy grandes. Cocinar a fuego medio.

Añadimos la calabaza cortado a trozos e incorporamos un poco de agua, hasta cubrir por la mitad (también podéis usar caldo que tengáis disponible). Cocinamos a fuego medio. Cuando la calabaza se puedes cortar sin problema, ya la tendremos a punto. Con la ayuda de un tenedor o cuchara trituramos un poco (no aconsejo usar la batidora ya que os puede quedar demasiado triturado).

En un bol batimos los huevos de codorniz, e incorporamos el mató y un poco de leche. Mezclamos bien. Añadimos la calabaza y el puerro. Volvemos a mezclar bien para que se integren todos los ingredientes.

Calentamos el horno a unos 180 grados.

En un molde para quiches cubrimos con la masa brisa, con un tenedor agujeramos la masa para evitar que suba. En este caso he usado dos moldes de 20cm de diámetro para hacer un par de quiches más pequeñas.

Horneamos durante unos 30-40 minutos a la misma temperatura. En mi caso como es un horno antiguo he tapado las quiches con papel de hornear para evitar que la masa se queme demasiado rápida. Ya sabéis cada horno es un mundo, he visto quiches elaboradas hasta con 200 grados.

¡Y listas! ¡Bon appétit!

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